Virgen y mártir. Nació en Nicomedia en el año 235, según unos autores, y según otros en Heliópolis en el año 306. Las actas más antiguas que citan su nombre son las insertas en la colección de Metafrasto en el siglo VII.
Hacia ese tiempo se veneraba entre los cristianos la memoria de Santa Bárbara.
Según la tradición, Dióscoro, pagano noble y superstidioso, ers su padre, y por ser ella de singular hermosura la guardaba cautelosamente.
Construyó para su estancia una torre, donde la encerró, y allí, con ocasión de un viaje que aquél emprendió mandó poner para su recreo un baño. Ella, que por su deseo de vida perfecta se había elevado al conocimiento de Dios y se le había consagrado por esposa, había ya rechazado una ventajosa proposición de matrimonio que su padre le había procurado,y en la ausencia de éste, a las dos ventanas que daban luz a la torre añadió otra, simbolizando en número de las personas de la Trinidad, y mandó figurar en el baño la cruz.
Todo ello irritó a su padre, que la delató al Pretor de la provincia Martiniano, ante el cual la arratró. El juez la condenó a ser decapitada, ejecución que se encargó el mismo Dióscoro.
En castigo del nefando hecho, un rayo abrasó al monstruoso padre al volver a casa.
El martirio se fija en Heliópolis, Egipto, y más probablemente, según Baronio, en Nicomedia.
Un hombre piadoso, Valentín, enterró el cuerpo de la popular santa junto con el de otra virgen martirizada a la vez que ella (Juliana). El lugar de la sepultura fue muy visitado y consiguió abundantes milagros para enfermos y peregrinos.
Se la invoca en las tormentas, incendios, para la seguridad de la recepción de los sacrametos de la penitencia y comunión en la hora de la muerte.
Posteriormente la han tomado como patrona los artilleros, mineros y canteros.
La torre con tres ventanas y la palma son los atributos más corrientes de sus representaciones. A veces tiene un cáliz o una hostia consagrada; a veces se ve un cañón junto a ella.
Su fiesta, en las dos iglesias latina y griega, es el día 4 de Diciembre.